Ambición y talento, por Eduardo Rabassa

Miami ha conseguido ponerse en el escaparate del mundo con una buena gestión del nuevo flujo de residentes temporales tras la pandemia. Impuestos ‘bajos’ (comparados con otros Estados), buena conectividad y un clima envidiable ha sido algunos de los factores contribuyentes a que Miami se convierta en un ‘centro de atracción notable’.

Barcelona por su parte cuenta con un potencial similar. ‘Es una ciudad conocida en todo el mundo. Todo el mundo la ha visitado alguna vez o piensan hacerlo […]’, añade Rabassa.  ‘Sin embargo, en la ciudad faltan más eventos deportivos y culturales de primer nivel, así como una mejora en la conectividad mediante un aeropuerto capaz de atender las necesidades’.

La ciudad debe continuar atrayendo talento a través de facilidades como la mejora de aspectos ‘burocráticos, el inglés y la educación superior’, así como ‘impulsar el talento interno y evitar que se marche y no regrese’.

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