Barcelona: la búsqueda del impacto en su ciencia de vanguardia
Carla Maté
Innovation Project Manager en VHIR
OpenAI GPT-3
Oscar Guerrero
Predoctoral Researcher en Institute of bioengineering of Catalonia
Sin duda, uno de los puntos fuertes de Barcelona es la actividad científica que se desarrolla en ella.
En nuestra ciudad, no sólo se impulsan avances en multitud de áreas científicas, sino que también se descubren nuevos tratamientos médicos y se desarrollan tecnologías disruptivas que desafían el estado del arte. La ciencia en Barcelona es, sin duda, uno de sus principales activos.
¿Cómo se financia la actividad científica en Barcelona?
Actualmente, la ciudad condal explora las ventajas de un modelo de financiación basado en tres modelos internacionales de referencia:
- El modelo del País Vasco tiene como objetivo fomentar la creatividad y la investigación, así como potenciar el emprendimiento.
- El modelo francés se esfuerza en reducir la burocracia y mejorar la calidad de la investigación.
- El modelo alemán tiene como objetivo garantizar la autonomía de las instituciones de investigación.
A su vez, este modelo híbrido no sería viable sin la participación de tres entidades clave como son las instituciones públicas, las empresas y las fundaciones. Aunque la mayor parte de los centros de investigación se benefician de la financiación pública, la financiación privada también tiene un peso muy importante, estando principalmente basada en el mecenazgo corporativo.
¿Cuál es el nivel de la ciencia realizada en Barcelona?
La producción científica de Barcelona destaca en dos planos: en cuanto a volumen, ya que dicha producción en Catalunya representa casi un 27% de las publicaciones científicas realizadas en España; y en cuanto a calidad, ya que estas publicaciones llegan a ser difundidas en revistas internacionales de alto impacto como son Nature o Science. Como resultado, sólo las contribuciones realizadas por las universidades catalanas ya alcanzan un impacto del 42% superior a la media internacional.
¿Quiénes son los responsables de estos logros?
Como decíamos, el apoyo que recibe la actividad científica en nuestra ciudad llega desde varios frentes. Sin embargo, cabe destacar el papel protagonista del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), el mayor centro de investigación de Catalunya y uno de los principales centros en Europa. La autonomía, la excelencia, las infraestructuras y la atracción del talento son cuatro pilares fundamentales en los que el BIST se basa para conseguir convertirse en un referente mundial en ciencia.
¿Si lo tenemos (casi) todo, qué es lo que falla entonces?
Si bien la investigación y desarrollo en Barcelona se benefician de la inversión tanto pública como privada, lo cierto es que esta inversión no es lo suficientemente sólida como para catapultar el sector a niveles de otros países europeos o americanos. Por ejemplo, el porcentaje del PIB que España destina a I+D+i (1,41% en 2020) está muy por debajo de la media europea (2,19%), demostrando que la reorientación de estas políticas a un modelo productivo de mayor impacto y valor añadido sigue siendo una asignatura pendiente.
El fallo, como casi siempre, no puede buscarse en componentes concretos, sino analizando el sistema en su totalidad. Buscando que cada uno de los agentes que lo conforman se empodere y pueda aportar todo su potencial al conjunto. En el ecosistema innovador catalán, identificamos los siguientes agentes clave para su posicionamiento internacional:
- Los investigadores: que generan actualmente una investigación de alto nivel e impacto internacional, pero que necesitan de una formación más extensa en emprendimiento y transferencia de tecnología para ser capaces de enfocar sus líneas de investigación trasnacional de forma estratégica, generando el impacto socioeconómico que los inversores y mercado esperan a la hora de creer en sus proyectos.
- La Administración Pública: que se ha comprometido en los últimos años con la innovación y la ciencia desde diferentes iniciativas y fondos de financiación competitiva; pero necesita aún adaptarse a un sistema de agilidad y competitividad propio de las startups para contribuir al posicionamiento que nuestra región necesita a nivel internacional.
- Las universidades y centros tecnológicos (junto con sus oficinas de transferencia e innovación): fundamentales para construir este puente entre la ciencia y la sociedad, llevando las tecnologías y terapias más innovadoras al mercado. Se debe seguir trabajando por un modelo de innovación sostenible y de impacto, adaptando procesos y construyendo equipos multidisciplinares de trabajo que respondan a las necesidades de nuestros investigadores, inversores y del mercado global.
- Los inversores: son cada vez más numerosos los fondos de inversión especializada en “life-sciences”, así como los agente que actúan como “filántropos de la ciencia”. Sin embargo, estos recursos no son suficientes para la demanda actual de nuestros emprendedores, siendo aún necesario promover las relaciones con los fondos de inversión internacionales. Es igualmente prioritario acercar a los inversores al mundo académico, generando entornos de co-creación donde trabajar en modelos colaborativos y fórmulas de inversión que, en conjunto, resulten lo suficientemente competitiva.
Finalmente, cabe destacar el componente aglutinador que representa el fomento de una cultura de la innovación que permita que las iniciativas disruptivas, los proyectos prometedores y el talento con proyección internacional de nuestro entorno puedan encontrar las oportunidades que necesitan para brillar con la fuerza que Cataluña y Barcelona en particular se merece.
Nota: Para la redacción de este post hemos contado con la ayuda de un “tercer autor” llamado GPT-3, un nuevo modelo de inteligencia artificial que genera lenguaje escrito a partir de unas directrices previas. Ciencia de vanguardia para la firma de este artículo.
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