Levantar la mirada y tender puentes, por Glòria Serra Coch

Nueva York ya no se entiende como una única ciudad, sino como cinco. “Nueva York es Brooklyn, ciudad obrera que se reinventa a diario; Queens, capital mundial de diversidad lingüística; el Bronx, fénix artístico; Staten Island, remanso suburbano; y Manhattan, la de los sueños que se luchan”, explica Glòria Serra. Nueva York, con el paso de los años, ha demostrado ser valiente y generosa -asegura- puesto que entiende que el triunfo se consigue compartiendo. Nueva York sabe que hacer suyas todas esas personalidades construye su identidad.

“Barcelona es una ciudad con una magnífica trayectoria urbanística, herencia de enlazar cooperación, iniciativa ciudadana y episodios visionarios, como el Eixample o los Juegos Olímpicos”, subraya Serra. Sin embargo, la especialista en arquitectura y urbanismo considera que Barcelona aún debe ampliar horizontes y observar todas las oportunidades que tiene a su alrededor. Todavía se ha de seguir trabajando con ambición y amor propio para construir conexiones metropolitanas que enlacen el territorio a gran escala, incluyendo zonas como el Vallés o Collserola. “Debemos dejar atrás la idea del crecimiento por absorción de núcleos urbanos adyacentes y asumir un policentrismo real, en el que cedamos el protagonismo sin miedo a perder la identidad. ¿Por qué no pensar en un pacto de ciudades y no una que se expande?” plantea Serra.

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