No bajemos la guardia con la investigación, por Alejandro Sabal
Alejandro Sabal
Cursando el doctorado de economía en la Universidad de Princeton. Ha colaborado en proyectos de investigación en la London School of Economics y en la Harvard Kennedy School of Government.
¿Que destacarías de la gestión que ha hecho de la crisis tu ciudad de residencia?
Vivo y estudio en Princeton, un pueblo universitario de unos 30.000 habitantes a una hora en tren de Manhattan. A mediados de marzo, cuando la pandemia ya había llegado a EEUU y se había recrudecido en Europa, la universidad de Princeton reaccionó cancelando todas las clases y seminarios y obligando a que se realizaran online, a través de la plataforma Zoom. A los estudiantes de grado se les pidió que fueran a pasar la cuarentena a sus casas, para así evitar un brote en las residencias estudiantiles y poder concentrarse en atender a los estudiantes de doctorado e investigadores. A estos últimos, también se nos impusieron medidas de distanciamiento social, pero la universidad fue eficaz a la hora de dotarnos de los recursos necesarios para evitar que se redujera la actividad investigadora. La prioridad absoluta era y sigue siendo que no se interrumpa la investigación.
¿Cómo se ha visto la gestión de Barcelona desde tu ciudad?
Al principio de la pandemia, las noticias que llegaban desde los hospitales italianos y españoles se veían con terror desde la zona de Nueva York. La mayor parte de las noticias sobre lo que ocurría en el extranjero se centraron en la situación y gestión sanitaria de los países europeos. Se recalcaban los errores, pero también los aciertos de la gestión sanitaria española, con el objetivo de concienciar a la población americana de los riesgos de la pandemia y de cómo se debía actuar cuando llegase lo peor a EEUU. No obstante, aunque no me sorprende, las noticias informaron muy poco sobre cómo la pandemia ha afectado a los centros de investigación en Barcelona y cómo ha sido la gestión de nuestras instituciones en este aspecto. Ahora el mundo, comprensiblemente, piensa solamente en cómo salir de la crisis del coronavirus.
Propuesta para Barcelona
Barcelona no puede bajar la guardia con la investigación y, al igual que Princeton, deberíamos hacer todo lo posible para que no se interrumpan los proyectos que ya estaban en marcha en nuestra ciudad. En vísperas de una crisis económica de una magnitud sin precedentes, deberemos ser inteligentes a la hora de administrar los recursos y evitar el cortoplacismo. Barcelona, que ya ha conseguido convertirse en un centro importante de investigación –médica, farmacéutica, tecnológica y económica–, no puede permitirse quedarse atrás por culpa de la pandemia. A la larga, solo con la investigación y el conocimiento conseguiremos salir de esta crisis con puestos de trabajo bien remunerados y una ciudad que atraiga al talento nacional e internacional. Nuestras instituciones deben estar a la altura para evitar el colapso de un sector clave para el futuro.