La Barcelona del talento post Covid-19, por Pepe Agell

¿Qué destacarías de la gestión que ha hecho de la crisis San Francisco?

A pesar de ser uno de los polos de movimiento internacional más importantes del país, en el momento de escribir este artículo, el condado de San Francisco (población de 900,000 personas) cuenta con sólo 31 víctimas por el virus, con una muerte por día. Las claves para controlar la expansión del virus han sido la anticipación y la preparación. Desde que estalló el virus en Wuhan, San Francisco, que tiene muchos vínculos migratorios con China, ha estado siguiendo la evolución del virus y ha establecido centros de emergencia. El estado de emergencia se declaró el 25 de febrero, mucho antes que otras ciudades americanas. Muchas empresas comenzaron a aplicar políticas de trabajo desde casa desde ese momento, así que cuando se declaró el «Shelter in Place» (confinamiento que permite salir a pasear), la mayoría de la población ya estaba sensibilizada.

¿Como se ha visto la gestión de Barcelona desde tu ciudad? 

En general, la prensa de Estados Unidos no ha visto con buenos ojos la gestión de la crisis por parte de las autoridades españolas. Se han destacado la falta de preparación del gobierno, la falta de equipamiento médico en los hospitales, así como el gran número de autoridades y miembros del congreso que han sufrido la enfermedad. En cuanto a Barcelona, algunos artículos destacan historias humanas surgidas del confinamiento (incluyendo la del grupo musical Stay Homa) y los ejemplos de heroísmo por parte del personal médico que ha hecho su trabajo en condiciones muy precarias. En los últimos días, con el inicio de la desescalada, la prensa nacional ha hablado de las aglomeraciones en las playas o avenidas como la Diagonal, así como de algunos de los conflictos laborales producidos por trabajadores que no creen que sus condiciones de trabajo sean seguras en el contexto actual.

Propuesta para Barcelona

Estoy seguro de que esta pandemia traerá cambios en la forma de vivir y de trabajar. Adaptarse no es fácil, lamentablemente personas y empresas están sufriendo en esta transición. Creo que Barcelona tiene de nuevo la oportunidad de destacar como ciudad solidaria y creativa. La pandemia está acelerando el teletrabajo y los nuevos modelos de negocio online (por ejemplo, en educación, cultura, salud, entretenimiento y comercio). En un mundo en el que la oficina física es menos importante, mucha gente se está replanteando donde quiere vivir. Barcelona puede salir reforzada como base de talento para empresas internacionales en los sectores que están floreciendo debido a los nuevos hábitos. Por ello, necesitamos políticas fiscales positivas para los emprendedores, inversores y talento extranjero, así como un mejor tratamiento de las stock options, que son una parte muy importante de la compensación en startups.