«Barcelona combina talento, infraestructura, calidad de vida y una posición geográfica estratégica», por Luis Reyes
Luis Reyes, 39 años, mexicano-americano, casado y con dos hijos. Luis y su familia han vivido en México, Sao Paulo, Los Ángeles, San Francisco, Houston, Chicago, Boston, Madrid y, ahora, Barcelona. Es fundador de Iberian Ventures, un fondo de Private Equity de 60M€ centrado en estrategias de buy-and-build de pymes españolas. Ha trabajado en tecnología en Silicon Valley para empresas como Google y Riot Games, y más tarde viajó por el mundo resolviendo problemas desafiantes para CEOs mientras trabajaba para McKinsey & Co. y Bain & Co.
¿Por qué escogiste Barcelona?
Buscábamos una ciudad con buena calidad de vida, acceso al mar, infraestructura escolar internacional y una oferta cultural amplia para nuestra familia. Pero también buscábamos una región con tejido empresarial potente. Catalunya cumple con todo eso. Desde aquí hemos podido construir una base sólida para nuestro proyecto, atrayendo talento y generando oportunidades reales.
¿Qué aspectos de la ciudad destacarías como positivos?
Barcelona combina talento técnico, infraestructura moderna, calidad de vida y una posición geográfica estratégica en Europa. Además, su ecosistema industrial sigue siendo fuerte, sobre todo fuera del centro urbano. Con un entorno regulatorio que acompañe, la ciudad tiene todo para consolidarse como un referente en innovación industrial y desarrollo empresarial.
¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? ¿Cómo?
Uno de los retos principales es el entorno regulatorio y fiscal. Se necesitan políticas que equilibren redistribución y creación de riqueza, sin penalizar a quienes están generando empleo y valor económico. Hoy se apoya mucho al emprendimiento inicial y a las startups tecnológicas, pero hay muy pocas herramientas pensadas para acompañar el crecimiento de compañías con alto potencial, que son las que más empleo estable generan. No hay suficiente agilidad administrativa, ni incentivos fiscales para reinvertir beneficios. Además, la incertidumbre regulatoria desalienta a quienes quieren apostar a largo plazo. Catalunya tiene talento y buenas bases industriales, pero necesita una visión de país que facilite escalar empresas, no solo crearlas.
¿Qué esperas de la Barcelona de los próximos años?
Espero que se recupere el impulso constructivo. Que dejemos atrás la narrativa negativa sobre lo que no funciona y empecemos a hablar más de lo que sí está funcionando. Que se reconozca y se apoye a quienes están apostando por la ciudad. Barcelona tiene las condiciones para ser un polo industrial moderno, pero necesita claridad, ambición y visión de largo plazo.
¿Cuál sientes que es tu ciudad? ¿Qué es lo que más echas de menos?
Me siento dividido entre varias ciudades. Barcelona es donde mejor hemos vivido como familia, con equilibrio entre trabajo y vida personal. Pero echo de menos el dinamismo de Nueva York: la energía, la velocidad para hacer negocios, la cultura del mérito y la ambición de escalar rápido. Si pudiera combinar ambas, tendría mi ciudad ideal.





