Martin Mills: «Barcelona es un hub emergente de tecnología e innovación»
Martin Mills, consultor de innovación y transformación
Martin Mills, de 48 años, nació en Dublín (Irlanda) y ha vivido en Toronto (Canadá) durante la mayor parte de su vida adulta. Martin es consultor de innovación y transformación, ayudando a las empresas a acelerar sus programas estratégicos. Además, ha trabajado en proyectos relacionados con el proceso de automoción, la IA y el machine learning y cambiando las culturas y metodos de trabajando en organizaciones. Martin se mudó a Barcelona con su mujer en diciembre de 2019 y ahora trabaja con Inditex.
¿Por qué elegiste Barcelona?
Desde la primera vez que vine, en 2008, la ciudad me cautivó. Barcelona y yo compartimos muchas pasiones: la buena comida y el buen vino, el fútbol, la arquitectura y la historia, la naturaleza y la vida al aire libre. La ciudad es también un hub emergente de tecnología e innovación, y estoy muy entusiasmado ante la perspectiva de ser parte de una comunidad tecnológica diversa que ayude a los demás a construir el futuro.
¿Qué aspectos de la ciudad destacarías como positivos?
Hay grandes cosas aquí en Barcelona, diría que uno de sus mayores beneficios es lo fácil que es vivir sin coche. El transporte público, el carril bici, y, por supuesto, las zonas peatonales en la ciudad son extraordinarias. Otro beneficio es el espíritu emprendedor, desde los artesanos de Ciutat Vella y los propietarios de bodegas y restaurantes, hasta consultores en tecnología y deep tech que he ido conociendo a través de IESE, MWC, además del 22@; su creatividad y resistencia es inspiradora.
¿Qué aspectos de la ciudad cree que deberían mejorarse? ¿Cómo?
Algo que considero sorprendente es la cantidad de basura y deshechos en la calle. Barcelona es una ciudad espectacularmente bonita, y es una lástima que haya tanta gente que no le tenga el cariño suficiente para mantenerla limpia.
¿Cuáles son los puntos fuertes de la ciudad que permitirán superar la crisis causada por la Covid-19?
Todo lo que ya he dicho –el espíritu emprendedor, su excelente ubicación, el compromiso hacia una emergente tecnología e innovación– aportarán su granito de arena, pero también necesitaremos esfuerzo y una estrategia acordada en todos los niveles del gobierno. La pandemia de la Covid-19 es un acontecimiento comparable con una guerra en lo que respecta al impacto que está causando en la economía global. Necesitaremos pensar de forma innovadora como ya se hizo para superar las crisis después de las dos guerras mundiales del siglo pasado.
¿A qué otros retos crees que la ciudad de enfrentará una vez acabe la crisis sanitaria?
El sector del turismo tardará años en recuperarse, por lo que esta gran parte de la economía de la ciudad necesitará reinventarse. Lo que ha pasado a las industrias de hostelería, viajes y cultura en todo el mundo es devastador.
¿Qué esperas de Barcelona en los próximos años?
Creo que Barcelona se beneficiará del trabajo a distancia; cuántas más compañías se pasen al teletrabajo, más empleados podrán escoger dónde quieren vivir basándose en las condiciones de calidad de vida y no en los desplazamientos. Y como la calidad de vida aquí es extremadamente alta y el coste de vivir es relativamente bajo, espero que más y más profesionales de toda Europa se trasladen a Barcelona.
¿Qué ciudad sientas como «tu ciudad»? ¿Qué es lo que más echas de menos?
Crecí en Dublín, y he pasado muchos años en Toronto, y también tengo familia cercana en Londres y en Vancouver, ¡así que mis lealtades están repartidas! Supongo que Toronto es mi casa porque tengo muchos amigos ahí y conozco muy bien la ciudad. Echo de menos las comidas con mis amigos en nuestro restaurante favorito -el Foxley en Ossington-, ¡si algún día visitáis Toronto deberíais ir!