Marta-Gaia Zanchi: ‘Barcelona es una comunidad de emprendedores’

Marta-Gaia Zanchi, italiana y norteamericana, se crió en el norte de Italia para después mudarse a los Estados Unidos (Silicon Valley, California). Hace poco más de un año que vive en Barcelona, con su marido e hijos. Es fundadora y managing partner de Nina Capital, ubicada en Barcelona desde 2019, una administradora de fondos de inversión alternativos que administra su primer Fondo Europeo. Son un fondo de inversión que apuesta por startups europeas y norteamericanas, con valores globales, del sector de la salud digital (“health-tech”), que usan tecnologías de computación y IoT que promueven métodos relacionados con el desarrollo de la tecnología en el sector salud.

¿Por qué elegiste Barcelona?

No había tenido ningún vínculo con Barcelona, de hecho, ni siquiera había visitado la ciudad antes de decidir mudarme a ella. En su momento, tuve en mente una serie de criterios para elegir el mejor hub de tecnologías de la salud en Europa, y el lugar con más potencial para convertirse en la zona cero de Nina Capital; llevé a cabo un ranking de ciudades basado en dichos criterios, y Barcelona fue la que salió mejor parada en la lista.

¿Qué aspectos de Barcelona destacarías como positivos?

Amo a su gente. Tengo un equipo fantástico y he hecho un maravilloso grupo de nuevos amigos. Me siento en casa. Me encanta la arquitectura de la ciudad (puedo ser fácilmente reconocida, ya que seré siempre aquella que va caminando y mirando siempre hacia arriba). A día de hoy, no puedo evitar admirar todas las fachadas y techos coloridos y elegantes de los edificios de la Diagonal.

¿Qué aspectos de la ciudad deben mejorarse? ¿Cómo?

Me encantaría que se introdujeran de manera definitiva las firmas electrónicas. No entiendo por qué las firmas en papel siguen siendo imprescindibles para tantas cosas. Todo sería mucho más rápido y eficiente.

¿Cuáles son las fortalezas de la ciudad que le permitirán superar la crisis de COVID-19?

Mi experiencia es que Barcelona es una comunidad de personas emprendedoras y afectuosas. Ambas cualidades ayudarán a la ciudad a reinventarse y proteger su salud colectiva.

¿Qué opinas sobre las actividades, eventos y planes de verano de la ciudad?

La verdad es que como estaré trabajando todo el verano, no estoy enterada de nada. Me gusta el civismo de la gente, como usan mascarillas en la calle y como los comercios han sabido adaptarse. Espero que este comportamiento continúe.

¿Qué esperas de Barcelona en los próximos años?

Espero ser muy feliz viviendo aquí y que, a cambio, yo pueda hacer algo para devolvérselo a la comunidad.

¿Qué ciudad sientes como «tu ciudad»? ¿Qué es lo que más extrañas?

Nunca he pensado en las ciudades de esta manera. Barcelona no me pertenece; soy yo quien le pertenece. Como he vivido en muchos lugares, hay personas a las que echo de menos y con las que me sabe mal no poder estar más en contacto. La verdad es que he intentado mantener a mis seres queridos cerca de mí y confío en que algún día puedan venir a visitarme. ¿Quién no querría estar aquí? Gracias Barcelona por ser tan acogedora.