Frederico Moscoso: «Barcelona es capaz de innovar y tiene un gran carisma»
Frederico Moscoso. General Manager en Casa Bonay
Frederico Moscoso llegó a Barcelona hace 13 años. Nacido en Portugal, está casado y tiene tres hijos. Ha vivido en ciudades como Santiago de Compostela, Cannes (Francia), Madrid, Puerto de la Cruz y Valença (Portugal), entre otras. Es el General Manager del Hotel Casa Bonay, en Barcelona, un hotel especial que crea espacios sostenibles con un diseño simple, donde la calidad, orientación al detalle, el programa cultural y la importancia de conectar con la comunidad local son aspectos clave. “Creemos en la importancia de conectar cuerpo y alma otra vez”, asegura. Actualmente, en el hotel trabajan 30 personas, una cifra muy inferior a la de antes de la pandemia.
¿Por qué escogiste Barcelona?
Al principio, no escogí Barcelona, la escogieron por mí. Llegué por una promoción y traslado en la empresa donde trabajaba. En realidad no quería venir, pero no me atreví a decir que no. Pensé que Barcelona tampoco estaba tan mal. Luego cambié de trabajo, me enamoré de la ciudad y también a nivel personal. Todo ello conllevó que optara por quedarme a vivir aquí. Después, ya vino todo rodado. Con Nuria, mi mujer, tuvimos a nuestra primera hija, Clara, nos casamos… y poco tiempo después llegó Martina, nuestra segunda hija. Compramos una casa en Barcelona y aquí eché mis raíces.
¿Qué aspectos de la ciudad destacarías como positivos?
Barcelona tiene un atractivo increíble. Es una ciudad con mar y montaña, una dualidad difícil de conseguir. También dispone de un clima excelente. La gastronomía es otro de los aspectos que también destacaría. Al mismo tiempo, es una ciudad que está bien comunicada, su gente es trabajadora, seria, responsable, abierta a los que llegamos de fuera, con capacidad de innovar y estar a la vanguardia en diferentes áreas como la cultura, el diseño, la farmacología, la medicina, la automoción, etc. Barcelona es un referente y tiene un gran carisma.
¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? ¿Cómo?
Me gustaría que hubiera menos ruido. Por las mañanas, acompaño a mis hijas al colegio a pie y hay calles donde no las puedo ni oir. La contaminación también es un reto que afrontar. Nos perjudica a todos los que vivimos en la ciudad. Voy a trabajar cada día en bici y hago los recados con ella también. En este tiempo, ya llevo 1000km recorridos por la ciudad. Es mi forma de aportar mi pequeño gran de arena. Animo a todos los demás a que lo prueben, sea bici, patinete, etc. Reducir el tráfico en el centro es un acierto, algo totalmente necesario.
Otra cuestión es la inseguridad que generan los carteristas, es un reto que hay que solucionar y creo que son necesarias leyes más duras.
¿Cuáles crees que son los puntos fuertes de la ciudad para superar la crisis generada por la Covid-19?
Para mi lo principal es su gente, las personas y la gran capacidad de trabajo y compromiso que tienen, el tejido empresarial de la ciudad y su capacidad de innovación. Si las personas, los comercios y los negocios sobreviven, la ciudad sobrevive. No me cabe la menor duda.
¿A que retos crees que se enfrenta la ciudad una vez remitida la emergencia sanitaria?
La contaminación, la movilidad y la seguridad. Volverán los mismos que teníamos antes de la pandemia.
¿Qué esperas de la Barcelona de los próximos años?
Que se recupere, que vuelva a llenarse de vida, que sus gentes puedan recuperar sus negocios, sus empleos, volver a emprender, volver a recibir a los visitantes, que vuelva el hervidero de nuevo talento que hemos vivido en los últimos años. Barcelona es una ciudad en la que todo el mundo se fija y lo seguirá siendo.
¿Cuál sientes que es tu ciudad? ¿Qué es lo que más echas de menos?
Mi cuidad es, sin duda, Barcelona. Lo que mas echo de menos es disfrutar más a menudo de surfear las olas de las playas de Portugal, y los amigos y familia, que están lejos y siempre se echan en falta, incluso más en estos momentos de pandemia por el coronavirus.
