Medidas y responsabilidad deben ir de la mano, por Eduardo Rabassa
Eduardo Rabassa
Socio Director de Boyden, séptima compañía de head-hunting a nivel mundial, de las oficinas de Miami, FL y New York, NY.
¿Qué destacarías de la gestión que ha hecho de la crisis tu ciudad de residencia?
Dividiría la gestión que se ha hecho de la crisis desde Miami y el Estado de Florida en tres niveles. (i) Por una parte, las medidas de contención han sido las oportunas y bastante en la línea de otras ciudades de Estados Unidos. (ii) En segundo lugar, se ha realizado un gran esfuerzo por realizar test masivos (gratuitos) y cuando se hacen test a gran escala, el número de casos aumenta y refleja en gran medida la realidad global. (iii) Por último, la respuesta de los servicios médicos y la ciencia ha sido muy meritoria, logrando un número de fallecidos respecto a los casos realmente muy bajo, más aun considerando el alto número de residentes de tercera edad que tiene el Estado de Florida.
¿Cómo se ha visto la gestión de Barcelona desde tu ciudad?
Mal. Y la gestión no es solo responsabilidad de las autoridades municipales, regionales y estatales; la gestión de uno mismo es clave. Se pasó de un confinamiento modélico (en muchos sentidos) a unas imágenes de fiestas, botellones y actividades masivas que circularon por gran parte del país. Tenemos muy pocos ejemplos de ciudades o países con un modelo de gestión/respuesta impecable, pero generalmente estos ejemplos de éxito suelen coincidir siempre con dos premisas: equipos de gestión preparados y muy determinados y alto nivel de responsabilidad individual y colectiva. Ante una catástrofe de esta magnitud, la sociedad necesita líderes políticos preparados, firmes y responsables. De lo contrario, la ciudadanía no sabe dónde están los limites y las actuaciones son desiguales e injustas para el resto.
Propuesta para Barcelona
En la parte negativa, es muy difícil gestionar algo nuevo, con un histórico poco documentado. La parte positiva es que hoy tenemos data creíble que puede ayudarnos a predecir la evolución y una ciencia que estará a la altura (respetando los tiempos). Esta pandemia no se terminará ni hoy ni mañana; Barcelona (y el resto del mundo) tiene que ser muy consciente de que lo que se hace hoy, se reflejará en diciembre, incluida la Navidad. Las medidas actuales me parecen correctas (y dolorosas); ahora se trata de cumplirlas (todos) y no pretender tomar atajos. Hablamos mucho de la resiliencia, tal vez demasiado; esto está siendo duro, largo y claramente genera mucha incertidumbre. La ciudadanía no tiene la llave de la vacuna, pero sí la llave de la responsabilidad y de convertir estos meses que nos quedan en una resiliencia más llevadera.