Gothsland: la galería de arte referencia en modernismo catalán
Gabriel Pinós, director de Gothsland y cofundador del Museu del Modernisme de Barcelona.
¿Qué es Gothsland?
Gothsland es una empresa cultural especializada en preservar e investigar el Modernismo catalán. Divulgamos y profundizamos en sus particularidades para ofrecerlo como encuentro museístico a los amantes del arte.
¿Cuándo se fundó y cuándo empezaste a trabajar en la empresa?
Mis padres Fernando Pinós y María Guirao fundaron Gothsland en abril de 1971, una empresa que lleva más de 50 años en el sector y que desde sus orígenes se especializó en un estilo totalmente made in Barcelona como es el Modernismo.
Desde que nací estuve rodeado de obras de arte y empapándome de las vicisitudes de este apasionante mundo del arte, hasta que en 2002 me incorporé profesionalmente al equipo de Gothsland.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Tengo que reconocer que soy un privilegiado al poder investigar y documentar obras de arte que llevaban en paradero desconocido, o de las que apenas se sabía nada, en los últimos 100 o 150 años. Este proceso se lleva cabo con mucho rigor y se presenta al cliente de manera personalizada, y de ahí a que las obras objeto de estudio acaben en museos o colecciones internacionales.
¿Y lo que menos?
La investigación histórica requiere de muchas horas e incluso días o semanas tan sólo para obtener un dato como una fecha, un nombre o una dirección. Esta pasión durante el proceso resta tiempo para dedicarlas a otras tareas o áreas competenciales.
¿En qué crees que destaca tu empresa?
Sobre todo, por nuestra especialización y diferenciación dentro del mercado del arte. A ello le debemos sumar que nos apasiona nuestra profesión y esta pasión la trasladamos en hacer aquello que nos mueve con rigor, creatividad y honestidad.
¿Cuál es su principal reto?
Volver a posicionar Barcelona como el principal referente cultural, tanto a nivel nacional como europeo.
¿Dónde se sitúa tu empresa? ¿Sabes por qué se escogió esta ubicación?
Gothsland tiene su sede en Consell de Cent desde 1978, la calle emblemática de las galerías de arte en Barcelona. Asimismo, el Museo del Modernisme de Barcelona se encuentra en la calle Balmes con Consell de Cent, cercano al circuito de las galerías de arte y en el epicentro de la Ruta Europea del Modernisme.
¿Qué es lo que más te gusta del barrio en el que trabajas?
Si el barrio de l’Eixample fuera una ciudad, sería la segunda más grande de Cataluña, no sólo por el número de habitantes, sino también por atesorar un rico patrimonio cultural y con comercios y restauración que se desvinculan del de muchas otras ciudades, diferenciándose así de la sensación de ‘ciudad franquicia’.
¿Cómo es de importante Barcelona para vuestra empresa?
Hablar de Barcelona es sinónimo de una ciudad hermosa, cálida, con buen clima, excelente gastronomía y un patrimonio y cultura propios. Adicionalmente la capital catalana es una ciudad a escala humana, es decir, prácticamente te puedes desplazar a pie de un extremo a otro. Al sentirme orgulloso de mi propia ciudad incorporo en un 90% la palabra ‘Barcelona’ en los títulos de las exposiciones y libros que editamos.
¿Con qué ciudad compararías Barcelona?
Barcelona es un modelo de éxito único por las virtudes que acabo de enumerar y por su situación geográfica, aún así la ciudad que más impresión me ha dado de sentirme como en casa es Auckland, en Nueva Zelanda. Quizás por situarse a nuestras antípodas es la que más se asemeja al potencial de la ciudad condal.
¿A qué modelo de ciudad crees que debería parecerse Barcelona?
Se debería seguir respetando el plan urbanístico de Ildefons Cerdà y realizar determinados ajustes para satisfacer las necesidades del presente y futuro. Barcelona ha de seguir siendo una ciudad abierta y sensata, un principio tan característico nuestro que se define con el seny i la rauxa que son únicos y están arraigados a la cultura catalana.
¿Qué buenas prácticas de otras ciudades te gustaría que Barcelona adoptara?
Deberíamos seguir los preceptos de Innovación, Sensatez y Cultura.
¿Qué le pides a la Barcelona del futuro?
Un liderazgo implicado con la innovación y comprometido con la protección de la cultura. En el ámbito fiscal es primordial una ley de mecenazgo, que bien aplicada sería muy beneficiosa para todos los actores que intervienen y también es muy necesaria la rebaja del IVA cultural asemejándola a muchos países europeos. A pesar de que estas reformas son a nivel estatal, Barcelona tiene suficiente capacidad de liderazgo para llevarlas a término. La cultura nos hará libres.
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