La Llave de Oro: construyendo edificios en y desde Barcelona
Ferran Marsá, Consejero Delegado de La Llave de Oro
¿A qué se dedica la Llave de Oro?
Principalmente es una promotora y constructora de viviendas.
¿Cuándo se fundó la empresa y cuándo empezaste a trabajar en ella?
Es una empresa familiar, que fundó mi abuelo Lluís Marsà i Abad en 1945. Me incorporé hace ya más de diez años, tras un periodo trabajando en consultoría inmobiliaria.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Me gusta pensar que hacemos cosas que perduran en el tiempo y que en cierta manera ayudamos a construir ciudades o pueblos. Eso de construir edificios que nos sobrevivirán tiene un no sé qué que me atrae.
¿Y lo que menos?
Toda responsabilidad conlleva una cara B desagradable cuando las cosas no van bien. En momentos de crisis, cuando el camino se pone cuesta arriba y de ti dependen puestos de trabajo, se pasa mal.
¿En que crees que destaca tu empresa?
Muchas veces me han hablado de nuestra calidad constructiva y de nuestra prudencia financiera. Así que será eso. Creo que ser un punto conservador en nuestro sector es una cualidad.
¿Cuál es su principal reto?
Precisamente encontrar el equilibrio entre el talante conservador de la empresa y la modernidad e innovación que requiere el sector. Hay que encontrar un punto medio.
¿Dónde se sitúa tu empresa? ¿Sabes por qué se escogió esta ubicación?
Estamos en Pedralbes, en los bajos de un edificio de viviendas que construyó la empresa. En algún momento hace muchos años, se necesitaban unas oficinas más grandes y se optó por la zona alta de Barcelona.
¿Qué es lo que más te gusta del barrio en el que trabajas?
Evidentemente es muy buena zona. Es un barrio tranquilo y bien comunicado.
¿Cómo es de importante Barcelona para vuestra empresa?
Mucho. Muchísimo. Últimamente hemos tenido que ampliar nuestro radio de actuación por necesidad, pero nos identificamos como empresarios de Barcelona al 100%.
¿Con qué ciudad compararías Barcelona?
Sinceramente creo que es bastante incomparable. La suma de clima, cultura, ocio, mar y talento que tiene Barcelona es muy singular.
¿A que modelo de ciudad crees que debería parecerse Barcelona?
Creo que no tengo conocimientos suficientes a cerca de gestión de ciudades para contestar.
¿Qué buenas prácticas de otras ciudades te gustaría que Barcelona adoptara?
Creo que la política en materia de vivienda que se aplica en Barcelona está mal planteada y genera el efecto contrario al que se busca. Hay otras ciudades europeas que, con problemáticas similares, han logrado solucionar el problema y ha crecido la oferta de vivienda asequible.
¿Qué le pides a la Barcelona del futuro?
Sobre todo deseo que recupere esa sensación de ciudad segura que fue, y que ahora desgraciadamente no tenemos. Además, me gustaría recuperar ese espíritu de orgullo por ser de Barcelona. Me temo que la ciudad no pasa por su mejor momento pero es tarea de todos nosotros darle la vuelta.
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